-¡Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces!
Y un poco más tarde añadiste:
-¿Sabes? Cuando uno está verdaderamente triste le gusta ver las puestas de sol.
-El día que la viste cuarenta y tres veces estabas muy triste ¿verdad?
Pero el principito no respondió.
que insoportable era el principito preguntando...un buen correctivo le huviese venido bien
ResponderEliminarbeusgos en los codos
Que persona insensible, Diego.
ResponderEliminarEl principito salvó mi infancia.