miércoles, 28 de abril de 2010

Clavos (Claudio María Domínguez)

Cuenta la Historia de un muchacho que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta. El primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Descubría que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta. Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograba controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta. Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: "Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tu pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que ves aquí".

2 comentarios:

  1. Creo que soy el primer ladrón.. asi que vengo a robar... ¿Protagonismo?

    En fin... lindo rejunte de reflexiones... Sobre todo las de Einstein. Tocaron un par de temas jugosos, y me quede pensando un buen rato.

    Saludos!

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  2. Sobre Clavos de Claudio M. D. No estoy seguro del final, el mal caracter de los demás no debería herirnos, tampoco el propio mal carácter. Somos heridos por nuestro ego. Si trabajasemos para librarnos del ego las heridas y su relevancia desaparecerían.

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