miércoles, 7 de abril de 2010

Un millón de sandías (Isidoro Blaisten)

Resulta que dos negros estaban dormidos en las laderas del Mississippi. Uno de los dos se desperezó, bostezó, suspiró y dijo:
- Cómo me gustaría tener un millón de sandías.
El otro negro preguntó:
- Rostus, si tuvieras un millón de sandías, ¿me darías la mitad?
- ¡No!
- ¿No? ¿No me darías un cuarto?
- No, no te daría un cuarto.
- Rostus, si tuvieras un millón de sandías, ¿no me darías diez sandías?
- No.
- ¿No me darías siquiera una sandía? ¡A mi que soy tu amigo?
- Mira, Sam, si tuviera un millón de sandías, no te daría una sola raja siquiera, una sola tajada de sandía.
- Pero, ¿por qué, Rostus?
- Porque eres demasiado perezoso para soñar por ti mismo.

2 comentarios:

  1. que buena historia...

    a veces hay que ser un poco egoista en los sueños de uno, para que otros sueñen por si mismo.

    Me gusto!

    ResponderEliminar
  2. hermoso! verderamente hermoso!

    ResponderEliminar

Ud está a punto de robar un espacio para dejar su opinión. Sea prudente...